DESGRACIA VIVA 2
Anduvo cuatro días, después de muerto, por los paisajes de ultratumba.
Buscaba a su perrita: ¡en algún lugar de estos espacios sin espacio ni tiempo, debería de estar¡.
La muerte había sido incinerada, con parientes burgueses (magros y envejecidos) , hermanos diversos, allá en el cementerio del Este.
Todo impecable, pero mortalmente aburrido. Ahora en el recodo de una esquina de la nueva vida, se encuentra con un cuñado, encargado de recoger las cosas de la casa, tarea a la que se apuntó.
Llegaron a la vivienda. El había sido escritor: los trastos viejos de un escritor no es nada fácil deshacerse de ellos.
Un hombre común, cuando deja esta tierra, deja un perchero-árbol, zapatos, reloj longines, camisas, corbatas, un Don Quijote-cenicero, la enciclopedia monitor, las obras completas de Julio Verne, métodos de ingles; carpetas amarillentas. Cosas fácilmente desechables, pero cuando hay que entrar en la cueva de un escritor, por el contrario, la cosa es mas ardua. Porque: ¿y esa carpeta, de las ciento de carpetas, que se apiñan en una estantería: no tendrá una pagina colosal? ¿Y los libros? ¿Qué hacer con los libros?
Cuando entró con el cuñado en la vivienda –olor a librería de viejo- el empezó a hojear los libros, tomarlos, quitarles el polvo...
Dedicó horas a ver cual tirar y cual no.
El cuñado se impacientaba.
De repente, tomó un cuaderno y leyó una frase de Dostoievski que decía que el animal es una desgracia viva y a la hora de elegir ser un perro o un gato o un arroyo, o una fuente, el elegiría ser arroyo o fuente.
Y de pronto comprendió que significaba la vida como desgracia viva.
¡Demasiado tarde¡
A fin de cuentas, el estaba en la libertad condicional de los desaparecidos definitivamente , en la quimera de pensar de que su vida significaba algo para alguien, de manera que saber que la vida, cualquier ser viviente, era una desgracia viva, ¿a quien podía ayudarle? Sin embargo pronto entendió que ser una desgracia viva explicaba: la dedicación a la literatura, el infinito amor por su perra, el no haber alcanzado ni un minuto de felicidad en toda su vida, porque la desgracia, como el ser, era el fundamento de todas las cosas.
Bueno, bueno, mañana seguimos, dijo el cuñado.
Y el:
Me quedo un rato aquí tu vete.
El cuñado:
Mañana te veo.
¿Dónde?
Iré a buscarte por los senderos del sueño.
Ya se iba:
Oye, una cosa
Dime
Esa prima que en mi funeral mostró mucho interés por mi (lo había oído desde el féretro del tanatorio ponderar su talento como escritor) ¿como se llamaba?.
****
Pasó unas horas en casa y se extrañó como una vida , una vida que era la de el, como de la cualquiera, podía dejar tantas cosas.
El mundo se hunde en la tenebrosidad de la nada, pero queda una cantidad desmesurada de cosas.¿Cómo es posible que una existencia en su pequeñez es casiinexistente, deje tantas actividades locomotrices, afectivas (completamente inútiles, por otra parte)
Miraba los libros: cogía uno por uno, lo abría, creía que no había leído, y de repente veía que estaba subrayado el libro entero.
¿Y todo para qué?
Desgracia viva, desgracia viva, murmuraba, como si encontrada su perrita
lunes, 4 de mayo de 2009
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