miércoles, 1 de abril de 2009

Susan y el sufrimiento animal

Vino hace 10 años la perrita Susan: la hembra mas prodigiosamente bella que puedes encontrarte y empezó su labor ética.
Primero, reafirmó nuestro rechazo de las corrida de toros, tortura llamada arte, y todo un diagnóstico de nuestra España (Baroja, en el Árbol de la Ciencia, -no somos nosotros, pues, lo que pensamos así) quería poner una ametralladora cuando salía la afición ebria de sangre de la plaza).
Y después, nos fue invadiendo el sufrimiento animal, lenta, muy lentamente, hasta casi no poder vivir:
El otro día, en Aranjuez, en una barca turística que recorría los bosques del Tajo, se nos comentó en el discurso del guía que a un elefante que regalaron a las gentes regias un poderoso de Egipto, al descubrir que apuntaba con acierto, unas bolas en un blanco, se le emborrachaba con vino “dulce” que ponían en un barril. ¡Alcoholizar a un elefante como gracia! La perversidad tiene inimaginables variantes.
Luego vino la sucesión de horrores en la India, el mono atormentado de angustia en el jardín de los edificios gubernamentales.
El diminuto asno al que le obligan a llevar una carga cien veces mas grande que el .
El pequeño oso cogido por la nariz y lleno de miedo porque debieron llevarle el sufrimiento hasta el delirio, allí en la carretera mientras los turistas lo fotografían.
Los camellos cogidos también por la nariz llevando cargas desmesuradas por carreteras prehistóricas.
No tenemos documentación pero la llamada vaca sagrada –asunto que no hemos investigado- no debía tener la vida fácil.
Así que hemos llegado a la orilla de la imposibilidad de vivir: un escritor dijo hace poco en diario el país una frase digna de Valle Anclan “España es un país de chorizo frito y al que es vegetariano se le considera un maricón”. ¡Magnifica apreciación de nuestro ruedo ibérico¡
Susan, dignísima, prodigiosísima perrita: ¡como nos has llevado a que nos duela todo, que no podamos ver un látigo, una espuela, un palo, ni un filete de ternera (hay que ver a las vacas en sus cárceles toda la noche llorando), un taco de jamón y ni quisiera un huevo frito ¿Qué hiciste?
¿Qué nos hiciste? ¿No te bastó con darnos tu feminidad inescrutable
Tienes ya 10 años pero has de vivir mucho mas.
Un teólogo amigo nos dice que te iras, perrita amada, con nosotros al cielo, aunque parece ser que los animales no tienen vida eterna aunque, ¡Por que no¡ Si algo tu has de estar en ese algo, moviendo las orejitas.
Un rey de la India, que mató y torturó mucho, acabó convirtiéndose al humanismo, y dictó normas para el respeto a los animales.
Parece que los hospitales de animales mas antiguos están en la India. Claro que allí un gran respeto por los indefensos no se ve por ninguna parte
El primer precepto del budismo es : me comprometo a abstenerme de hacer daño a ningún ser viviente.
Ustedes acaso sonrían al leernos No lo hagan. Esto es muy serio.
El Dalai Lama -superlativo héroe de nuestro tiempo, en su destierro en la India- consiguió que no mataran algunas ovejas del lugar aunque no pudo evitar que acabaran con todas
También dijo que el respeto por los seres sintientes debería llegar a ayudar a un insecto a salir de un charco. Los jainistas iban por los caminos cuidando no pisar a ninguno.
Así que digamos con Krishnamurti: mi pena no es mi pena sino que es la pena del mundo; y con Dostoievski “no me arrodillo ante ti, me arrodillo ante el dolor del mundo
No te mueras nunca, Susan: nos has ayudado a saber como la humanidad, en un momento, al no respetar la grandeza y dignidad de los animales, equivocó el camino.
miércoles, 01 de abril de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario